domingo, 28 de septiembre de 2008

Visión Paralela...



Todas esas horas y momentos en los que la realidad se lleva la mejor parte dejando de lado lo que en verdad queremos que suceda pero que sabemos que es parte de un cuento o cosas que terminamos diciendo que pasan solo en las películas, lo cual no tiene nada de ilógico, ya que, quien no ha imaginado que al estar solo en cualquier lugar en cualquier momento de pronto se aparezca el o ella, tan importante y que la atmósfera que los rodea crea un clima muy especial, digno de una escena de película cliché no? O mejor aún, pensar siquiera que cuando está a punto de marcharse vuelve inesperadamente hacia nosotros, que será, juegos mentales, demasiada influencia televisiva o simplemente el deseo de que las cosas no sean siempre como lo son? Tan planas y faltas de vértigo que poco a poco se vuelven en algo tóxico, nocivo, carente de vida y más parecido a una ciudad desconocida, llena de gris y matices necróticos, luego de ver que en verdad lo que sucede es que nuestro entorno social no está listo aún para tanta carga de personalidad o simplemente para dejarse llevar por lo que en realidad sienten y no por los stándares sociales que se imponen y que en verdad gobiernan cada una de nuestras mentes haciendo de todo esto una visión paralela a lo que sería nuestro envoltorio visual, como una clase de mascara que tenemos que usar muchas veces, y saben como se llama aquella mascara? Yo le llamo "El que dirán de mi", puede que muchas personas crean que no les importa lo que digan los demás, no obstante se que en alguna situación determinada la llevarán y es que quitarsela no es trabajo fácil también, se necesita mucho de nosotros mismos para lograrlo.

Sentado en una esquina del bus, de vuelta de una noche de alcohol, baile y diversión, mis ojos son sensibles a la luz solar y mi estómago exige que le de algo, pero en lo unico en lo que pienso es en que momentos como ese son para compartir con alguien especial, pero quien? Diría que en días como ese solo quiero llegar a casa y dormir todo lo que pueda asi es que apoyo mi cabeza contra el vidrio y observo el recorrido que ya tantas veces he visto, pero que en cada salida de fin de semana tiene un significado distinto, un sabor distinto y una canción especial, solo pienso en lo que primero se me venga a la mente, o lo que primero me haga sentir que es tema para pensar en paz y tranquilidad, mientras el bus está vacio y el temblor del motor golpea mi cabeza apoyada en el cristal, lo cual de cierta forma me mantiene despierto y pensando, mis manos buscan calor y mis ojos un descanso a su exigencia extrema, me adentro en mi y el sol que atraviesa la ventana me brinda un tibio hogar en un rincón del bus, siento que todo es tan perfecto y solo tengo que llegar, solo esperar y caer en mi como siempre lo hago, si hay algo que me gusta de cada salida nocuturna es sin duda el regreso a casa. De pronto las imágenes se me hacen advertencia, y es que estoy a punto de llegar, tomo fuerzas y me levanto de mi hogar temporal para abandonar todo rasgo de bohemia urbana, me presto a tocar el timbre y a recibir el frío aire matutino, he despertado otra vez y ahora me dirijo a mi verdadero hogar, camino por el sendero vacío y mi cuerpo me dice lo cansado que está, abro la purta y llego a mi dormitorio, es cuando todo termina, mi mente y cuerpo descansan, y esperando un milagro de peliculas me duermo en la realidad para pasar a un lugar en donde están permitidos aquellos moementos de los cuales somos protagonistas, los sueños...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola!! oh me encanto lo q escribiste esta muy genial, en serio.. no me contaste eso de ti.. =P
pucha me caiste la raja, de verdad un gusto haberte conocido... ojala verte de nuevo..
cuidate ..

Adios

Fran