martes, 16 de septiembre de 2008

Elegir o ser Elegido...


Muchas veces es inevitable cuando eres compañero de la oscuridad no pensar en que en realidad uno puede hacer de las cosas o las cosas pueden hacer de uno, sin más la idea de señir algún intento para buscar y encontrar me hace pensar en que es verdad, muchas de las ocasiones en que he sido el protagonista simplemente los hechos llegan a mi y casi nunca los he buscado desesperadamente. Ahora bien cuando sombras arruinan la paz que solía haber en mi oscuridad no me queda nada más que elegir o ser elegido, puesto en vías de la incertidumbre y a merced del a veces traicionero destino, espero, como cuando esperas alguna señal para llevar a cabo el plan, señal que puede que llegue de manera inesperada o puede que también nunca llegue.
Mi afinidad con la profundidad de la mente no alcanza a comprender el hecho de que nunca estamos satisfechos con deseos pasados, es cosa de memorizar nuestros deseos y cuando gozamos de ellos darnos cuenta de que queremos otra cosa y simultáneamente caemos en el error, pasa, dando una débil idea de lo inestable que podemos ser y es casi como un juego, como cuando cualquier cosa puede pasar con solo un impulso a los dados, pero ahora quien impulsará los mios? Seré yo quien lo haga o quizás ya lo estan haciendo por mi, y si es así, quien es? Me siento como una ficha en el tablero, lo cual tiene su sentido carente de imaginación, sin especificaciones ni reglas solo yo y alguien a mis espaldas que espero ver cara a cara algún día para decir que en realidad me llevó a la pérdida completa de la razón y que ahora su desastre no son más que frágiles hojas que se lleva el viento y que se despojan de mi cuando el viento susurra a mis oídos un tierno "Estoy aquí".
Atrapado en la monotonía, escapando a través de mis ventanas del sofocante aire de largos días sin sobresaltos, quizás algunas salidas realmente frenéticas pero que no calman las ganas de hacer siempre algo distinto, quisiera romper el esquema necrótico de la vida normal común y corriente, saber que siempre hay algo más allá y saber quien espera por mi cada noche sin saberlo, mirando a través de los cristales y haciendo la misma pregunta que a veces yo hago a mi almohada, conversaciones que no guardan lugar a omisiones o intentos de suavizar la realidad, solo un momento con ella, el sonido se vuelve cálido y los ojos traicionan las leyes de la física normal, solo un momento así puede entrar en lo que yo llamo "algo más allá de lo tangible" y son aquellos momentos por los que debo saber si buscar o simplemente apostar a ganar, una vez más...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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