domingo, 4 de enero de 2009

Las Tres Caras de la Moneda...


Quien supone llevar a cabo todo según se planeo no solo corre el peligro de calcular mal tiempo y espacio sino que también sentir el frío del derrumbe de expectativas creadas a conciencia involuntaria, es por eso que esta vez me presto a decidir en el momento justo y carecer de ideas en almacenamiento para ser usadas al instante y que la frescura de mis palabras logre un efecto aún mejor que lo que se prepara con antelación. Día tras día nos damos cuenta de los diferentes estilos de vida, pensamientos y gustos que abundan en nuestra sociedad y que las normas a las que estamos sujetos no dejan lugar a la creación y a la innovación, porque cuando una gran idea pueda surgir lo más probable será que esta sea silenciada por una voz más fuerte que no pretende dejar lugar al riesgo y a la contaminación de lo ya pactado, cuando se ve que hay un paralelo entre seguir un camino o tomar el que nosotros trazamos, cuando parecemos ratones de laboratorio recorriendo laberintos por los que otros ya han pasado y que solo nos muestran lo que otros ya han descubierto, cuando las circunstancias nos den a elegir entre el silencio o los colores de la voz al mediodía , prefiero saltar a un vacío donde lo único que podría detenerme sería una eventual carencia de experiencias para no denotar que cuando se para de crear es cuando se para de vivir y cuando eso pasa nos convertimos en lo que llamo monotonía, enemiga y némesis de mis días, la tolerancia no es algo que pueda traer conmigo al enfrentarme a ella y por suerte tengo armas con que vencerla.
Se habla de tan solo dos cosas, blanco y negro, si o no, apagar o encender, ya nadie se da cuenta del término medio y de que las cosas a veces no son solo esto o lo otro sino que también pueden ser parte de un tercer sentimiento, de una tercera influencia, la tercera cara de la moneda, la más delgada e imperceptible pero sin la cual caería y no podría rodar, solo algunas personas son capaces de reconocer aquello que sin que nos preguntemos sabemos que juega en medio de nosotros haciendo dudar de cualquier paso a dar, aquel sentimiento o presentimiento que a veces y la mayoría de las veces nunca se equivoca, aquel instinto del cual no se puede apoderar sino que lo llevamos desde el momento en que damos el primer respiro, cuando en el límite del caos se avanza o se queda, solo cuando apoyemos al 100% a aquel lado suave de la moneda podremos acertar miradas y movimientos, porque aquella voz y percepción que tanto nos hace dudar es nuestro instinto natural y el cual siempre viene acompañado de la verdad, amiga mía que tan esquiva se hace cuando más se le requiere y cuando los pasos que se dan son a ciegas a causa de la mentira que es disfrazada como omisión para darle un toque de sutileza a la falta pero que es de igual embergadura y que hiere de la misma forma. Prefiero caer ante mi instinto antes que ceder ante engaños...